Soy un usuario convencido del transporte público, pero de vez en cuando hay situaciones en las que el equipamiento/diseño de los vehículos me desespera y despierta en mí el deseo de tener un coche. Esto es especialmente cierto en situaciones en las que viajo con bolsas de la compra o equipaje más grandes. Soy consciente de que el aspecto y las características de los vehículos de transporte público pueden variar mucho de un país a otro. Por ello, adjunto una imagen que muestra un tipo de autobús que se utiliza habitualmente en mi región. En este enlace http://www.bimmelbus-leipzig.de/ se puede encontrar un buen resumen de otros tipos de autobuses con fotos.

Como puede ver, los mayores espacios libres se encuentran en la zona de las puertas y en el centro del autobús. En medio están las filas de asientos conectadas por un estrecho pasillo. Cuando viajo con varias bolsas de la compra o incluso con equipaje, siempre espero con cierta ansiedad en la parada del autobús, esperando que esté medio vacío para poder situarme en los espacios libres con mis bolsas/equipajes. ¿Por qué? Porque cualquier otra cosa degenera rápidamente en trabajo y gusta de hacer refunfuñar a los compañeros de viaje.

El problema:

• El pasillo es demasiado estrecho. Si pasas con las bolsas de la compra, te golpeas a ti mismo o a otro pasajero delante de la pierna o del hombro.
• Las distancias entre las filas de asientos son demasiado estrechas. Una bolsa de la compra cabe delante de los pies, una maleta definitivamente no. La segunda bolsa de la compra tendría que colocarse en el regazo. Eso no es físicamente factible para todos. Y cuando llueve o nieva, no quieres poner las bolsas mojadas y sucias en tu ropa.
• Si aún así se arriesga a tomar asiento con una bolsa de la compra delante de los pies y otra en el regazo, la cosa se complica en cuanto otro pasajero se sienta a su lado. O bien la persona sentada a tu lado quiere bajarse y tienes que dejarla pasar y levantarte para hacerlo, o eres tú quien tiene que levantarse para que te dejen pasar. Ambas cosas requieren un aviso previo y espacio y tiempo para ejecutarlas, y cuestan nervios a ambos pasajeros (así como a otros que puedan estar apiñados en el pasillo y tengan que moverse juntos).
• E incluso si tienes la suerte de estar de pie en los espacios libres, tienes que poner las bolsas de la compra entre las piernas para que no se vuelquen o dejarlas en tus manos si es necesario, lo que puede requerir bastante fuerza en un viaje largo. Ambas cosas son especialmente difíciles cuando se está de pie en el centro del autobús, ya que allí el suelo se asemeja a una rotonda y gira bajo los pies, de modo que el autobús puede tomar una curva. Dejar las bolsas en el suelo se convierte en un problema, pero también lo es sostenerlas en la mano, ya que también hay que agarrarse a algo.

Enfoques para una solución de diseño:

• Ideas para los vehículos existentes: cómo podrían utilizarse y equiparse los espacios abiertos para resolver los problemas descritos.
• Ideas para nuevos vehículos: ¿cómo podrían diseñarse los futuros autobuses para resolver los problemas descritos?

Primeras consideraciones:

• Proporcionar instalaciones de almacenamiento en los espacios abiertos - por ejemplo, bandas de goma a lo largo de la parte inferior de la pared del autobús en la que las bolsas de la compra se pueden sujetar. Esto permite a las personas colocar con seguridad sus bolsas de la compra y encontrar un asiento sin tener que apretar las bolsas de la compra a lo largo del autobús.
• Instalar dispositivos en los espacios libres para fijar de forma segura maletas o carros de la compra (similares a los soportes para bicicletas).
• Posiblemente se creen espacios de almacenamiento bajo los asientos para que las bolsas de la compra no puedan volcarse hacia atrás, hacia delante o hacia los lados.
• Diseñar zonas especiales para el almacenamiento organizado de bolsas de la compra, maletas, etc. en los autobuses (claramente visibles para todos los pasajeros, de fácil acceso).